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La historia de Flavio Menorca es una continua pasión por la calidad, que empieza hace más de dos siglos cuando en 1890 el fundador y bisabuelo de los actuales propietarios, abrió una pequeña tienda de calzado artesano procedente en su totalidad de fábricas de Ciutadella (Menorca). Su lema era "Grandes existencias, elegancia y solidez". No fue hasta el año 1959 cuando Flavio Cavaller, nieto del comerciante, tercera generación, se decidió a abrir un taller artesano de calzado en su localidad natal Ciutadella, ciudad zapatera con larga tradición y demostrada fama, tanto nacional como internacional. Gracias al esfuerzo y dedicación de esta gran saga zapatera, la marca fue creciendo y se ampliaron las instalaciones, adecuándola a los nuevos tiempos y necesidades, alcanzando el máximo con la fabricación de botas y botines a mediados de los años setenta, dedicando la mayor cuota de mercado a Estados Unidos y Canadá. Hoy en día, los hijos del fundador, Francisco y Jordi están al frente de la marca con la misma ilusión que comenzó su fundador. Con la ayuda de grandes profesionales y artesanos que trabajaban junto a su padre y la incorporación de un equipo joven proveniente de Italia y Francia, están consiguiendo lanzar año tras año colecciones exclusivas, sorprendentes y de calidad. Hecho a mano Lo que diferencia a Flavio Menorca de otras marcas es el proceso de fabricación artesanal que se realiza con cada producto que sale de la fábrica. Desde sus inicios hasta la actualidad, este proceso se ha seguido manteniendo vivo para ofrecer productos de la máxima calidad y exclusividad.