Las aguas de Fuensanta son declaradas de Utilidad Pública por Real Orden de el 31 de mayo de 1846. Desde entonces ese tesoro de la naturaleza que brota en el Valle de Fuensanta de Buyeres, el agua de Fuensanta, viene gozando del favor de quienes aprecian no sólo sus probadas propiedades terapéuticas, sino también su sabor y perfecta mineralización