Mediante una relación humana basada en los valores de confianza, actividad, esfuerzo, benevolencia, optimismo e independencia se comienza a trabajar en la consecución y estabilización de proyectos y actividades profesionales que generen desafío y abundancia en la vida del cliente. Este intercambio tras un primer contacto genera un contrato estable, creciente y a largo plazo entre las partes.