Hua Punta Sal comenzó como un hospedaje familiar en la década de los 80. José Bravo, más conocido por sus amigos y su familia como "el Flaco", decidió convertir su casa de playa en un pequeño hospedaje. En sus inicios, alquilaba las habitaciones sólo a gente conocida, amigos o familiares que llegaban de visita. En aquel entonces, estas habitaciones sólo contaban con baños compartidos, con ayuda de sus padres y Marisol, su esposa, decidió modificar esta pequeña casa de playa, y así pudo crear un sencillo pero acogedor hospedaje que ahora cuenta con 7 habitaciones todas con baño privado.